En esta versión, Rob Halford y Ozzy comparten líneas vocales, alternándose y complementándose, mientras que Glenn Tipton aporta la guitarra pese a estar afectado por el Parkinson. La producción respeta la atmósfera oscura y la fuerza original de la canción, pero añade una dimensión extra al mezclar esas voces icónicas que representan distintas eras del metal. Es una reinterpretación solemne pero vibrante, ideal para rendir homenaje al legado de Sabbath y al mismo Ozzy.
El lanzamiento tiene un doble valor simbólico: es un tributo musical al fallecido Ozzy, y al mismo tiempo todos los ingresos serán destinados a organizaciones dedicadas a la lucha contra la enfermedad de Parkinson. Es un gesto de gratitud, memoria y acción, que demuestra cómo la música puede servir como vehículo de homenaje y solidaridad en los momentos más significativos para la comunidad metalera.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.