Los pioneros del hardcore y crossover thrash Biohazard están de regreso con un anuncio que hará temblar las calles: la banda lanzará un nuevo álbum de estudio tras más de una década de silencio, y como adelanto presentan el incendiario sencillo ‘Fk the System’**. Con su característico sonido agresivo y letras cargadas de crítica social, la banda de Brooklyn demuestra que sigue siendo una fuerza imparable en la escena del metal y el hardcore.
‘F**k the System’ es una descarga de furia en estado puro. Desde el primer segundo, riffs afilados y una sección rítmica demoledora marcan el paso de un tema que no da respiro. Las voces de Evan Seinfeld y Billy Graziadei se alternan con la intensidad que los caracteriza, escupiendo versos que son una declaración de guerra contra la corrupción, el abuso de poder y la apatía social.
La letra no se anda con rodeos: “We won’t bow, we won’t break / F**k the system, light the flame” es el grito central de un estribillo que promete convertirse en un nuevo himno para los fans del hardcore más combativo. En tiempos de crisis global y polarización política, Biohazard recupera su lugar como cronista de la frustración urbana y portavoz de los que se niegan a callar.
A nivel sonoro, el single mantiene la crudeza callejera que definió a clásicos como “Urban Discipline” (1992), pero con una producción moderna que potencia cada golpe de batería y cada línea de bajo. El resultado es un sonido tan pesado como urgente, que mantiene la esencia del hardcore neoyorquino mientras lo proyecta hacia el presente.
El nuevo álbum, aún sin título revelado, será el primero de la banda con la formación clásica reunida desde su última etapa a finales de los 2000. Este regreso llega en un momento en el que el mensaje de Biohazard parece más relevante que nunca, en una época marcada por protestas, descontento social y la búsqueda de justicia.
Con ‘F**k the System’, Biohazard no solo marca un regreso esperado, sino que también deja claro que su voz sigue siendo necesaria. Es un recordatorio de que el hardcore no es solo música: es resistencia, rabia y comunidad.
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